jueves, 12 de noviembre de 2015

08/11/15: BEHOBIA-SAN SEBASTIAN: ¿EXISTE LA CARRERA PERFECTA?

La clásica. La carrera de las carreras. Donde yo me enganché a correr. Donde mucha gente prueba por primera vez. Donde mucha gente no sabe a lo que se expone. Bienvenidos a la Behobia-San Sebastian. 

En mi tercera participación, buscaba batir mi marca de 1h23´11´´. Había entrenado para ello. El año pasado salió todo a pedir de boca, este año no. ¿Existe la carrera perfecta? Yo creo que sí, pero no todo depende de uno mismo, tiene que darse una alineación perfecta entre una multitud de factores externos e internos como el clima, la estrategia de carrera, la compañía y las sensaciones y fuerzas que uno tiene en el día D. En mi caso,  no hubo ni siquiera un nexo de unión entre ninguno de esos factores.



A las 7:30 de la mañana pusimos rumbo a Behobia María José, quien iba a disputar su primera clásica, y yo, llevados en coche por la doble K, Koldo&Kris. ¡Gracias por la logística pareja! Llegamos con el tiempo suficiente como para saludar al personal, echar las fotos de rigor y calentar. Salia en el cajón de las 10:03, el tercer cajón. No iba a ser la carrera perfecta. 25 grados a las 10 de la mañana en Behobia, pleno noviembre. Un calor y una humedad increíbles para la fecha en la que estábamos, lo que dificultaría mucho la consecución de buenas marcas, como ya avisaba el speaker en la salida. Aún así, había que intentarlo. 

Salí con la referencia de mis tiempos de hacía un año, e intenté estar cerca de la liebre de 1h20´. Sólo aguanté 4K a ese ritmo, era un ritmo muy alto y decidí regular, mis sensaciones todavía eran buenas aunque echaba en falta el agua, al poco de beber un vaso necesitaba otro, y otro, y otro. Tenía la boca seca. Hacía muchísimo calor. Hasta el 10K, pasada ya la dura subida a Gaintxurizketa y habiéndola descendido, iba en los tiempos marcados. Pasé en 41´57´´ y el año pasado lo hice en 41´45´´. Solamente 12´´ más lento. Hasta aquí todo iba bien, pero no iba a ser la carrera perfecta. 


Pasado el ecuador, llegan los kilómetros más llanos de la prueba y es cuando noto que mis piernas empiezan a fallar. Pierdo algunos segundos en los siguientes dos kilómetros, los más llanos del recorrido a su paso por Errenteria, donde intento flojear lo menos posible y es ahí donde me alcanza, por segunda carrera consecutiva, mi compañero Beer Runner Richi. Pienso que el verle me puede ayudar a recuperar el ritmo de la primera parte, pero nada más lejos de la realidad. Llegaba la cuesta de Capuchinos y con ella el final de mis fuerzas. No iba a ser la carrera perfecta. 

Momento en el que se me aparece el ´Hombre del Mazo´ tras cruzar Errenteria

Pensé que al bajar Capuchinos podría recuperar las buenas sensaciones pero ni cuesta abajo me funcionaban las piernas. Si no es por los ánimos de mi compañero Richi, todavía seguiría corriendo. Le dije que se marchará, que iba muy justo de fuerzas y que viendo que ya no iba a conseguir bajar mi marca, no quería sufrir más de la cuenta. Richi se quiso quedar para acompañarme, ¡gracias crack! 


No fue la carrera perfecta. No se alineó nada. El día salió demasiado caluroso. Empecé la carrera a un buen ritmo, creyendo que lo podría mantener hasta el final, pero las fuerzas me abandonaron en la mitad del recorrido vencidas por el calor. Uno de esos días en los que quieres pero no puedes. Luché contra los tiempos del año anterior, sin hacer caso a lo que me pedía el cuerpo. Elegí mal y lo pagué. Pero supe reaccionar y decidir bien. No era el día, no era mi día y no iba a sufrir más de lo debido por arañarle algún minuto al crono. Así que con un ritmo diésel, guiado por Richi, me dediqué a ver como multitud de corredores me adelantaban mientras intentaba subir Miracruz con dignidad. No quería sufrir más, pero ni aunque hubiese querido lo hubiera hecho, no podía. Piernas agarrotadas e incapaz de acelerar un poco el ritmo en los últimos 3K. Encaramos la última recta hablando, riendo al ver la cantidad de arcos que retrasaban la línea que significaría mi ansiado descanso muscular. Ver a mis amigos Koldo, Kris y Amaya me dio ese pequeño empujón que me hizo cruzar la meta al lado de Richi. De nuevo gracias y toda la suerte para Valencia. 


Entré con un tiempo de 1h28´´07´´. Posición 1922 de 26.669 que tomaron la salida, que no está nada mal a pesar de perder 5´respecto a mi tiempo del año pasado. El año pasado quedé en la posición 1695, este año, si hubiese repetido marca, hubiera estado en la posición 837, lo que prueba lo difícil que fue correr con tanto calor. No fue la carrera perfecta.


Lo que si estuvo perfecto fue el público, al que no le hace falta un día soleado para cumplir durante los 20K del recorrido sin cesar de animar a los corredores. Sin duda es lo que convierte a esta carrera en una carrera especial y diferente. Hay que vivirla para saber lo que se siente, pero no a cualquier precio...

Se comenta que se ha perdido el respeto por los kilómetros y en mi opinión, eso es así. La gente se apunta a un bombardeo sin prepararse para ello. Error. 20K son exigentes, lo son para mí que entreno 3-4 días concienzudamente por semana y me muevo dentro del 10% de cabeza de carrera generalmente, así que para alguien que se propone la carrera como un reto y no lo prepara como tal, con la seriedad que 20K merecen, son si cabe mucho más exigentes. No vale eso de acabar a cualquier precio, no somos héroes. Las cosas se preparan, cada uno con sus opciones y con sus metas, todas validas siempre y cuando se entrenen. Pero ojo, que solo ese entrenamiento no garantiza el éxito, se tienen que alinear esos factores externos e internos para que se de, si no es la carrera perfecta, al menos la carrera semi perfecta, que sería aquella que te permita llegar a meta habiendo sufrido lo suficiente como para poder disfrutar del esfuerzo.



Me gustaría acabar felicitando a todos aquellos que conseguisteis finalizar la dura Behobia-San Sebastian 2015, a la que el calor dotó de mayor dureza si cabe. En especial me gustaría felicitar a María José, una de las debutantes, quien sí preparó la prueba como es debido y supo disfrutar de su esfuerzo al cruzar la meta. ¡Enhorabuena campeona!

Seguir corriendo, seguir entrenando, porque si las cosas se hacen con cabeza, las cosas acaban saliendo bien. 

CORRER TE HACE FUERTE




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